Definitiva estallo
acogiendo el entremés
mortecino de mi vida,
nudo de carne
inundado de tropiezos,
flagelo de amor
impedido, impedido...
Cae el polvo de los años,
aire desgarrado de huesos,
dolor que cercena
atribulado en los pasos,
porque la piel está blindada,
omitida entre las fauces
raídas y pusilánimes,
enquistadas, del espejo
laberíntico de sábanas
inocentes, que se mudaron,
narcotizadas, en cadenas.
Sólo soy aglutinada a ti... Sin ti
ostracismo marginal. Perdida.
Me siento forastera, desgajada,
no hay ecos en la mortaja
inorgánica de esta oscuridad,
oquedad del panteón de mi alma.
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Celsa Barja © 2010
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4 comentarios:
Muy melancólica y narcotizante. Hasta aquí ha llegado el eco.
Besos
TRiste, pero muy bonita.
Muchos besos.
Josep...hay ecos que son preciosos!!
un beso!
Sakkarah, es triste porque está inspirada en la escultura de Camille Claudel. Esta poesía junto con otras, giran en torno a la vida de esta artista inquietante, extraordinaria y especial...
gracias por acercarte. Un beso!
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