Hoy quisiera nacer en tu boca,
letra a letra exiliada de mí,
llorar la última lágrima
que vela mi silencio
y decirte tántas cosas
que temo decir...
Pero me guardo la piel
de estas sábanas,
donde las estrofas copulan
con mi rebeldía,
donde te invento compañero
emparejando mis caricias
en la copa llena de tinta
en la que mojo mis dedos
para engañar a las manos
que te extrañan,
al destino que me sabe a ti
en el paladar del anhelo...
Me despunto, amor,
escondida entre latidos
que esperan tu sorpresa,
dando tumbos en el verso
que desmaya en mis senos
tu pecho buscando mi extravío,
brotando en el tacto que se vuelve rezo
en el milagro de tus muslos
abandonados sin artificio...
Y el alma me tiembla
en mil parpadeos
que nacen y mueren
en un inexpugnable infinito...
Tengo un roto ambiguo
que remiendo con tu nombre,
una canción reprimida en los labios,
fiebre en el beso
que en su delirio
da golpes certeros a la sangre
agitada en el juego de matices
que nos desnuda de censuras...
Tengo una grieta insurgente
que responde a la química
de los acordes de tu ritmo,
un susurro hipnotizado
que pierde la cordura
en la estela de tus sentidos...
2 comentarios:
Precioso Celsa, siempre esa suave sensación de plenitud que dejan tus poemas, ese sentir que la vida transcurre en cada espacio donde se cose verso a verso un nombre.
Un beso
Ese es un espacio precioso, Ana... Una dimensión donde todo se desborda, se palpa la magia... Gracias por tu mimo, siempre es un lujo tenerte aquí, Poeta!!! Mil besos!
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