Gota a gota
el rocío llora
su tiempo.
Lo bebo aromando
el néctar fermentado
del vacío.
Un prodigio de vida
lo diluye en mi sangre,
recuperando el olvido
de la memoria de los siglos.
Camino vestida
de viento y zozobra,
buscando la tinta
que sangran mis venas.
Despeino la noche
de mis cabellos,
y navego el mundo
sobre ardientes arenas.
Camino los abismos
del telúrico reloj,
beso boca a boca
los ocultos secretos.
Y el numen asoma tardo,
turgente en el inicio
del verbo...
Yo mendigo los harapos
que deposita en mi mano
para tomar forma su cuerpo.
Sólo eso,
sólo eso soy...
Peregrina en su nombre,
fiel incluso en el cadalso,
porque he bebido su aliento
sin su voz en mi eco
soy mutismo cercenado.
Coexiste en mi piel.
me urge, me empuja,
me clava sus espuelas.
Y necesito ser en su ser,
tanto como su ser
se alimenta de mi existencia.
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Celsa Barja © 2010
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2 comentarios:
HOLA POETA,ME HA ENCANTADO,LA DESCRIPCION,LAS IMAGENES,ESE ESTRELAZAR DE LETRAS,CON UN OBJETIVOPLASMAR UN POEMA!
APLAUSOS
GRACIAS-
LIDIA-LA ESCRIBA
Gracias a ti, Lidia, celebro que te haya gustado y que hayas captado el poema con esa sensibilidad.
Besos!!
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