Soy completamente tuya
cuando deslizas tu aliento
desde mi boca hasta mi pecho,
cuando me quemas sin humo
con mordiscos y saliva,
cuando se apodera tu lengua
de la humedad que peca
en el ángulo concupiscente
que forman mis piernas...
rodeando tu cuello.
Me enseñas la vida, y vivo,
en cada latido genital
que pulsa bajo tus dedos.
Te haces sed en mi boca,
intimidad que vibra,
que huele, que tiembla...
Y me vuelves fruta
enloquecida en tus labios,
fruta obscena dialogando
despacio, muy despacio,
con tu lengua...
sábado, 23 de abril de 2011
miércoles, 6 de abril de 2011
LO OPUESTO A LA VIDA
Yo también tuve la facción del hambre
cuando aún no era yo, pero ya estaba.
Busqué mamar en el pecho la flor
de pétalos desmemoriados,
y esquivé preguntas que se dolían por mí,
las que vaticinaban que habría de nacer
en el nido reseco de la palabra bestializada.
Morí, inocente, en cada costado del mundo.
Millones de veces morí.
Morí sola, exánime en el pezón de la miseria,
gateando en la demencia de agonizar,
con la niñez no nacida obstinada en el olvido.
¿Cómo puedo mirarme ahora, en dónde?
¿Cómo puedo no arrancarme los ojos, palabra a palabra?
He nacido muerta en un intersticio colectivo
donde cada día es una tumba invisible,
invisible y pequeña y multiplicada...
Lo opuesto a la vida no son estos huesos
que duermen la voz bajo la tierra o la llama.
Lo opuesto a la vida está sobre este suelo
reducto mínimo entre madera más o menos labrada.
Está en la retina insensible que al consentir cava el hoyo.
En el sema "animal" despojado del "ánima".
cuando aún no era yo, pero ya estaba.
Busqué mamar en el pecho la flor
de pétalos desmemoriados,
y esquivé preguntas que se dolían por mí,
las que vaticinaban que habría de nacer
en el nido reseco de la palabra bestializada.
Morí, inocente, en cada costado del mundo.
Millones de veces morí.
Morí sola, exánime en el pezón de la miseria,
gateando en la demencia de agonizar,
con la niñez no nacida obstinada en el olvido.
¿Cómo puedo mirarme ahora, en dónde?
¿Cómo puedo no arrancarme los ojos, palabra a palabra?
He nacido muerta en un intersticio colectivo
donde cada día es una tumba invisible,
invisible y pequeña y multiplicada...
Lo opuesto a la vida no son estos huesos
que duermen la voz bajo la tierra o la llama.
Lo opuesto a la vida está sobre este suelo
reducto mínimo entre madera más o menos labrada.
Está en la retina insensible que al consentir cava el hoyo.
En el sema "animal" despojado del "ánima".
Suscribirse a:
Entradas (Atom)