La Poesía, cuando sale del alma, no se escribe con los dedos, se escribe con el corazón, con la sangre. En la sangre está la gran memoria universal, el lenguaje que olvidamos y que va más allá de unas letras componiendo palabras hermosas. Esa es la Poesía, viva, de carne y hueso, pura porque encierra la esencia de la raza, de aquel origen primero que no sabía de etnias, sino de emociones, instintos y sentimientos de una manera natural, tan natural como para sentir la pulsión del bebé dentro del vientre...
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Celsa Barja © 2010
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