Caminando,sin buscar siquiera la dirección de tu anónimo destino,te he amado desde el temblor, el deseo, el desgarro de sentirte y saberte en algún lugar, te he presentido,y he llegado para darte albergue y alimento tibio en mi pecho,encender tu frío con mi piel, tu ternura en mi sonrisa,el fuego del amor al entrelazar tus dedos a mis dedos.No preguntes por qué la caricia es la nota fugitiva de un piano,por qué la vida nos ha puesto frente a frente...soy la flor que creyendo en ti te estaba esperando.
Celsa Barja
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