Hoy suspira mi pecho,
lleno de ausencia,
parece que extraño
más que nunca tu voz,
parece que me he perdido
en el silencio
por no saber mirar
de frente y con valor.
Hoy mi alma, inquieta,
parece entender
que manda mucho
el tierno sentimiento,
que las almas se abrazan
al encontrarse,
no saben de culturas,
fronteras, destiempos.
Hoy dejo que mi corazón
me hable suave,
y es tu nombre
el que late en mi pecho,
en tu ausencia lloro
y pido humilde el perdón
por estar ciega, sorda,
muda en mi encierro.
Hoy bajito declamo
que me haces falta,
como una niña
que no se atreve a pedir,
hoy daría mi vida
entera por tu sonrisa,
tu mano en mi mano,
qué aliciente para vivir.
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Celsa Barja © 2010
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2 comentarios:
Podrás estar ciega, sorda y muda, que no serlo, pero nunca perderás el don de tus dedos.
Bendito duende
Gracias Josep... Más vale que no lo pierda, qué sería de mí sin escribir Poesía... me muero, la necesito como respirar!
Muchos besos!!!
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