Hoy te extraño
de manera irremediable,
mi corazón desenfrenado
se desata de por qués,
besa tus pestañas,
el borde de tus labios,
quiere ser tierno…
mentira… quiere arder.
Domíname con el eco
de tus manos desatándome,
regálame el delirio salvaje
que te late en las venas,
agita mi paz,
declárame la guerra,
apretándome a ti,
bésame y acaríciame
sin piedad ni clemencia.
Tatúa tus deseos
en la curva de mi espalda,
irrumpe en mis anhelos decidido,
remuéveme el tiempo
y cómete mis horas,
araña con tu lengua
hasta mi último vestigio,
muerde mis donaires
y arrebátame a contactos,
hasta que tu carne y mi carne
sean un mismo requiebro…
Deliro, amor, deliro,
adolezco por ser tangible,
pecar en tus manos, ser pagana,
por ser el arrobo
de tu relámpago salvaje
y profanes este nada,
este nada…
Ven… brindemos por nosotros
compartidos y vívidos…
Ven y séllame, por Dios,
con mil estrellas blancas.
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Celsa Barja © 2010
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2 comentarios:
¡Éste tiene mucha fuerza Celsa!
Poemas hay muchos, gente que sepa poemar con fuerza no hay mucha.
Un beso.
Ese es un halago precioso a mi lápiz, Josep!!! Muchísimas gracias, tengo ganas de que llegue mañana para ponerme al día con tu blog. Menuda semana!!! Un beso enorme!!!
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