Tú regalas poemas dedicados,
pero olvidas el nombre de tu amada,
un desliz ideal de coartada
para dar otra vez los regalados.
A tus pies corazones entregados,
gran oficio el de amante sin posada,
torna el verso en la erótica escapada
y el silencio redime sus pecados.
No te culpo, persigue viejas glorias,
has de hacerte tu nombre entre la fama,
y es más fácil comprar esas memorias
que entregarse, ¿verdad?, ante una dama.
Más cuidado, los éxitos son norias,
y al engaño el destino lo reclama...
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Celsa Barja © 2010
lunes, 29 de marzo de 2010
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4 comentarios:
hola , muy bella poesía, gracias por comprtirla, te encontré en un blogg común, si te gusta la poesía te invito al mio, será un honor, es
http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
muchas gracias, besos, buen día
Muchas gracias, será un placer visitarte.
Besos!!
Muy explícito Celsa, rimado con daga y espada para los falsos y los que no tienen los pies en el suelo.
Un beso
Gracias, Josep... Creo que Quevedo se sentiría orgulloso de su discípula,jajaja
Un beso grande!!
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