Nada nuevo, no. Pero estamos aquí,
con el escozor del deseo
mordiéndonos los talones,
subiendo luego como ángel encendido
por los miembros y los músculos.
Estamos. Sumidos e interrogados
en la agonía preñada de la noche,
descifrando cada aguijón
que nos punza secreto el jirón de la piel,
sin nada nuevo, pero estrenando cada día
la rotación de la ausencia,
suspensos como la palabra,
como el nunca, como el Tiempo,
agazapados entre los senos de la ansiedad,
tan hembra, tan llena de sustento.
Nada nuevo, no. Pero estamos aquí,
sin saber cómo salir de esta redoma
donde nos encoge el destino,
aferrados al enjuto soñar de cogernos,
atravesarnos y en lo nada nuevo
ser una inédita línea en la que poder tocarnos.
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6 comentarios:
Todas tus poesias tocan hondo adentro.
Un abrazo.
Muy bueno este poema Celsa, esa pequeña línea que a veces separa una caricia, buen poema para reflexionar.
Un beso muy grande preciosa
Volver a lo mismo, nada nuevo... hay veces que lo mas conocido abre los mejores y mas nuevos caminos.
Saludos ;)
Muchas gracias María Laura!!! Una vez más tus palabras las agradace mi alma!! Un beso!
Gracias Ana!!!! En lo simple hay un ramo de posibilidades infinitas... Sólo hay que soplarle matices. Un beso muy grande!!
Así es Teyalmendras!! Aunque no haya nuevo, todo está por inventar y descubrir. Un gran abrazo y mil gracias!!
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