ALMA DE POETA

La magia es de la Poesía, ella puede ser proyecto y regresarse, zambullirse en el verso y guiar mi humilde mano en su fascinante travesía. Yo soy a ella como el lápiz a mi mano. Poeta... Eso soy para la Poesía, el momento de doler el verso, la calderilla de palabras con su cara y con su cruz, la eterna amante de sus citas. Piel de tinta, Poeta, cómo si no podría ser... Sólo así se lloran versos, sólo así se sudan y se siente su caricia, su beso, su pellizco y sus cosquilla. Si hay que elegir, que la balanza se incline a favor de él, a mi alma sin piel y a los pasos que recupero de los caminos heredados a través de la palabra. Palabras ya dichas, ya inventadas aunque, sin embargo, siempre aparece un matiz nuevo. El matiz que logra que mi corazón de Poeta se destile en un todo con el verbo, hasta darle un pedazo de mi alma para conseguir de la misma palabra un mundo nuevo... Aunque a veces, ese mundo nos lleve al silencio que aguarda ese te quiero, la soledad. Entonces sólo queda escudar el alma... tras el verso rico en matices, el verbo que genera las enzimas que la guardan.

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Celsa Barja © 2010